Vicepresidente lleva a naciones unidas el crimen del líder Misak Jesús Montano
Muy pocas veces el gobierno hace este tipo de gestiones con los casos de asesinatos de líderes sociales en el país.
La Vicepresidenta y Canciller, Marta Lucía Ramírez, puso de manifiesto ante la CIDH y Naciones Unidas el asesinato de Jesús Montaño, líder indígena del pueblo Misak, tras su desaparición el pasado 5 de junio, en la vereda La Rejoya de Popayán, Cauca.
Mediante cartas, dirigidas a la secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Tania Reneaum Panszi; a la relatora sobre los Derechos de los pueblos indígenas, Esmeralda Arosemena de Troitiño, y a Juliette de Rivero, representante en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, solicitó a los organismos internacionales unirse al llamado del Estado colombiano para condenar y visibilizar este crimen.
“Resulta fundamental que instancias internacionales, en su labor de la defensa de los derechos humanos y monitoreo de la situación en los países de la región, se unan al llamado que hace el Estado colombiano para condenar y visibilizar estos hechos tan graves y para que cese de inmediato cualquier acto de violencia en contra de los líderes indígenas, independientemente de cuál sea su posición o vertiente política”, señala la misiva.
En las cartas, enviadas el pasado 16 de junio, la alta funcionaria reitera el llamado al cese inmediato de cualquier acto de violencia en contra de los líderes indígenas y de cualquier ciudadano, independientemente de su posición o vertiente política. “Todos los ciudadanos y por supuesto las poblaciones indígenas deben tener la libertad de participar y elegir sea cual sea su preferencia y en el caso de minorías étnicas, su aporte al devenir político es una forma valiosa de compenetración con los demás sectores de la sociedad colombiana sin perjuicio de preservar sus hábitos, costumbres y tradiciones”.
Así mismo, expresa la voluntad y disposición siempre del Gobierno para evitar que estos crímenes se repitan. “Que no quede duda del compromiso del Estado colombiano que se refleja no solo en la institucionalidad sólida, sino en las medidas de prevención y protección a favor de líderes; así como en la priorización en la investigación y judicialización de los responsables de hechos tipificados en nuestra ley penal”.
La carta finaliza con un mensaje de confianza en que las altas instancias de defensa de los derechos humanos “enviarán un mensaje contundente de repudio al crimen en la persona del señor Montaño pidiendo el rechazo de los distintos sectores sociales y políticos del país”.
